Los exPeRtos opinan sobre el caso de Karla Sofía Gascón

 

 El reciente caso de Karla Sofía Gascón, protagonista de la película «Emilia Pérez», ofrece valiosas lecciones sobre la gestión de crisis en relaciones públicas y manejo de reputación.

Karla Sofía Gascón, actriz española y primera mujer trans nominada al Óscar, enfrentó un escándalo por antiguos tuits con comentarios ofensivos. La polémica llevó a Netflix a retirarle apoyo y al director de Emilia Pérez a calificar sus palabras como “imperdonables”. Gascón se disculpó y cerró su cuenta en X.

Este caso demuestra que una gestión inadecuada de la comunicación y la reputación puede dañar profundamente a una persona. La preparación, la coherencia en las respuestas y el apoyo de expertos en relaciones públicas son fundamentales para mitigar los daños y reconstruir la imagen pública.

Aquí dejamos las opiniones de algunos de los eXpeRtos de ProRP, a quienes les preguntamos si éste escándalo debe influir en la decisión de darle o no un Óscar:

La española Karla Sofía Gascón está en medio de un escándalo, ello debería ser independiente de su trabajo en una película, justo lo que está juzgándose. No hablemos de criterios ajenos a lo que debe juzgarse, porque la Academia tendría mucho que explicar al respecto…”

Carlos Bonilla

Vicepresidente de la Academia Mexicana de la Comunicación

“La historia de Karla Sofía Gascón, de ser la primera mujer trans nominada al Oscar a convertirse en el centro de una controversia, es un ejemplo perfecto de cómo no manejar una crisis reputacional. Todo comenzó con el hallazgo de antiguos tuits ofensivos, pero lo que realmente amplificó el escándalo fue la torpe respuesta de Gascón y el pánico corporativo de Netflix, que prefirió abandonarla en lugar de gestionar la crisis con inteligencia.

El primer error fue tratar las redes como un espacio personal y no como un escaparate permanente.

Tanto Gascón como Netflix debieron anticipar que su historial digital sería revisado y gestionarlo con anticipación.

En lugar de manejar la situación con calma, Netflix decidió cortar lazos de inmediato, demostrando que su compromiso con la diversidad tiene límites cuando la polémica amenaza su imagen pública.

Gascón intentó defenderse con disculpas ambiguas y una larga entrevista en CNN en Español, que solo agravó su caso. En una crisis, la regla de oro es controlar la narrativa, no alimentarla con más declaraciones desafortunadas.

La falta de una red de apoyo dentro de la industria dejó a Gascón vulnerable. Un manejo de crisis efectivo requiere generar respaldo, no quedar aislado en el ojo del huracán.

“La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas debería seguir solamente criterios técnicos para el otorgamiento de los Óscar. Los expertos que la integran están para juzgar el trabajo y merecimientos en la industria cinematográfica, más allá de la reputación de los involucrados en la premiación. La reputación es muy importante para el presente y futuro profesional de actores, productores y técnicos de las distintas especialidades que conforman la producción cinematográfica, pero ello es independiente del trabajo que se juzga para el otorgamiento de un Óscar. Los criterios deben estar al margen de cuestiones como la política o temas coyunturales relacionados con la conducta de los involucrados. El reconocimiento de los Óscar es para el trabajo en los productos cinematográficos, no en la conducta de los involucrados. Los miembros de la Academia son expertos en sus respectivos

En conclusión, lo ocurrido con Gascón es una lección sobre cómo una mala comunicación puede hundir una carrera. Netflix dejó claro que la lealtad en Hollywood es volátil, y Gascón mostró que sin una narrativa bien construida, cualquier intento de control de daños puede convertirse en un nuevo acto de autodestrucción.

Olga Oro Directora General MexPR Digital

“A la pregunta de si yo le quitaría el Óscar a la actriz, es sí. Más allá de temas de género -que no tiene nada qué ver aquí- el hecho de llegar a la premiación con la reputación tan manchada es suficiente para poner en riesgo no solo la entrega de la estatuilla sino el futuro de su carrera. Más aún cuando la crisis se relaciona con actitudes racistas o violentas. Y esto se aplica no solo a la industria del cine, que de hecho se alimenta del escándalo, sino a todas las industrias. Recordemos el caso de United Airlines cuando quedó grabado cómo arrastraban a un pasajero por el pasillo del avión: meses antes su CEO había ganado el premio al mejor comunicador del año, y al manejar pésimo la crisis fue destituido por el board. La reputación hoy más que nunca en la historia tiene un impacto tremendo, tanto en el éxito de una marca u organización, como en la carrera y futuro de un profesional.”

Guido Gaona Vicepresidente Urban 

 

Texto colaborativo de: 

Lidya Fresnedo

Carlos Bonilla

Olga Oro

Guido Gaona

 

 

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