Relaciones públicas en el corazón de las estrategias de marketing para 2026

Relaciones públicas en el corazón de las estrategias de marketing para 2026

Por Héctor Meza Curiel, director general de InfoSol

Todavía hoy, en muchas empresas, el presupuesto de marketing se define con fórmulas repetitivas, esto es, un porcentaje para publicidad, otro para contenidos, una fracción para eventos, algo para patrocinios y tecnología, y, casi siempre, una asignación mínima destinada a relaciones públicas (RP). En no pocas organizaciones, las RP continúan viéndose como un accesorio y no como una herramienta estratégica con verdaderos beneficios y valor para el negocio.

Este enfoque merece un ajuste de perspectiva. Si bien las áreas de marketing B2B proyectan un aumento en sus presupuestos para el próximo año, la realidad es que dicho crecimiento será limitado. De acuerdo con Forrester, 34% de los responsables espera un incremento de entre 5% y 10%, 44% prevé apenas entre 1% y 4%, y únicamente 6% anticipa un alza superior al 10%.

Frente a estas cifras, el reto no está en cuánto se incrementa el presupuesto, sino en cómo se aprovecha. Con recursos tan medidos, es indispensable orientar cada inversión hacia iniciativas que integren, potencien y generen un retorno medible para el negocio. Por ello, las relaciones públicas deben figurar como un eje articulador capaz de dotar de coherencia, credibilidad y valor a todo el esfuerzo de marketing.

RP, el factor que conecta y potencia el marketing

Cuando el presupuesto de marketing se reparte de forma fragmentada, cada canal opera en paralelo. El resultado son campañas que no se refuerzan entre sí, mensajes dispersos y una narrativa de marca debilitada. En lugar de sumar, los esfuerzos se dispersan y se pierden oportunidades valiosas de generar impacto continuo.

Para cambiar este escenario, las relaciones públicas representan una buena oportunidad; pero solo si dejan de concebirse como un recurso ocasional destinado a un lanzamiento o a la promoción aislada de un evento. Su verdadero valor está en ser el eje que articula todas las iniciativas de marketing. Actuando como un hilo conductor, las RP alinean mensajes, consolidan narrativas y permiten que cada acción —sea publicidad, contenidos o eventos— contribuya a un mismo propósito.

Cuando se integran estratégicamente, las RP multiplican resultados. Una campaña creativa cobra más fuerza si se apoya en cobertura mediática y contenido editorial que la valide. Un evento corporativo trasciende lo logístico cuando se amplifica a través de voceros, medios e influencers. Y un plan de contenidos gana credibilidad si se construye bajo una narrativa común. Sin este soporte, las acciones funcionan, pero rara vez logran un efecto exponencial.

Coordinando y potenciando cada movimiento de tu marketing

En una estrategia de marketing integral, las relaciones públicas pueden asumir el papel de columna vertebral, alineando todos los esfuerzos para que la voz de la marca se exprese con coherencia y credibilidad en cada canal. Más que generar visibilidad, las RP garantizan que cada acción —desde la publicidad y los contenidos hasta los eventos o la innovación digital— se inserte en una narrativa común y continua dentro de un plan global.

Cuando se incorporan desde la fase de planeación, las RP no solo optimizan la inversión de recursos, sino que aseguran que cada campaña, lanzamiento o evento se refuerce mutuamente dentro de un mismo relato. Este enfoque eleva la efectividad de todo el plan, pues cada acción deja de ser aislada para convertirse en parte de un sistema articulado.

  • Construyen una narrativa única: en lugar de mensajes dispersos, las RP alinean la publicidad, los contenidos, los eventos y la comunicación digital bajo un mismo marco narrativo, evitando contradicciones y reforzando la identidad de marca.
  • Aumentan la confianza: al trabajar con medios, líderes de opinión e influenciadores, RP genera la confianza que esfuerzos como la publicidad por sí sola, no puede ofrecer. Por ejemplo, un producto presentado en un evento respaldado por testimonios de expertos o cobertura en medios especializados aumenta la percepción de autoridad y valor.
  • Extienden la vida de las campañas: una acción publicitaria o un evento puntual puede resonar mucho más tiempo si es amplificado con cobertura mediática, difusión orgánica e interacción con líderes de opinión.
  • Aprovechan el momento: sincronizar campañas con tendencias, coyunturas o hitos corporativos multiplica el impacto; las RP se aseguran de que la marca hable en el instante en que la audiencia está más receptiva.

Si en 2025 el gran desafío fue destacar con mensajes creíbles en medio de un entorno saturado y fragmentado, en 2026 la tarea será doble: persuadir tanto a las audiencias humanas como a los algoritmos que median sus decisiones de que tu marca es la opción más confiable. Para lograrlo, no bastan campañas aisladas; se necesita estrategia, reputación y visibilidad orgánica. En otras palabras, relaciones públicas integradas en el núcleo del plan de marketing.

La cuestión ya no es cuánto destinar a RP dentro del presupuesto, sino cómo convertirlas en el eje que articule todas las acciones de marketing. Cuando las relaciones públicas ocupan ese rol central, la marca gana claridad en su comunicación, fortalece la credibilidad y construye una narrativa consistente capaz de dar continuidad en cada punto de contacto.

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